Jaro está en la calle: El quinqui está de vuelta
Escrito por Gorbi (Textos copiados para curso wordpress)
La justicia es ciega por eso nunca ve que el que tiene dinero puede comprar la ley El no tiene nada, nada que perder, sólo cree en sus leyes, nació para correr Burning
Qué es un quinqui?
Etimológicamente viene de los quincalleros, un pueblo de comerciantes nómadas que se dedicaban a la compraventa de hierro en la península ibérica y tantas veces confundidos con los gitanos. Además de fama de problemáticos y con cierta tendencia a delinquir, los quincalleros, también conocidos como mercheros, tenían un argot propio tan amplio que casi conformaba un idioma. Mezclado con expresiones del caló gitano, la forma de hablar de los jóvenes mercheros trascendió por los bajos fondos de generación en generación hasta el presente: «molar», «fetén» o «najar» se las debemos a ellos, por poner solo tres ejemplos. Los quincalleros se denominaban a sí mismos quinquis. Tal vez por ello —he aquí una hipótesis— la palabra quinqui trascendió: de la mano de la emigración campo-ciudad de los quincalleros y de su llegada a los núcleos urbanos vino su asociación a la figura de jóvenes problemáticos, llegando al extremo de que quinqui, en los años setenta, pasó a tener un significado inequívoco: delincuente.
Hay matices. No todos los delincuentes de finales de los setenta y los ochenta eran quinquis. En primer lugar debía ser joven o, al menos, solía ser joven. El «quinquismo» era delincuencia juvenil e infantil pura: la media de edad bailaba entre los catorce y los quince años. Había otros condimentos en la receta quinqui, casi todos ellos relacionados con la condición social: los quinquis eran los hijos de la desorganizada emigración campo-ciudad de los años cincuenta y sesenta, los niños de barriadas levantadas a golpe de populismo sin plaza en el cole, sin posibilidad de empleo y con la droga siempre alrededor. El cóctel dejó una barra libre de violencia callejera formada por grupos de narcotizados chavales que vivían a salto de mata, asaltando, robando y picándose los brazos. Lo paradójico es que semejante resultado llegó a gozar de enorme fuerza mediática, de fama y hasta de gloria. Una repercusión que perdura hasta nuestros días, en los que el quinqui se ha convertido en un icono cultural posmoderno.
Cómo llegaron a gozar de fama y gloria?
Todo comenzó —como tantas veces— en los periódicos. La atención mediática que recibían mientras se inyectaban la vida era desmedida. Periódicos como El Caso o Ya dedicaban espectaculares —y sensacionalistas— portadas a estos calorrillos sin escrúpulos. El Vaquilla o el Jaro se convirtieron en símbolos, en ídolos de chabola. «Su fama trascendió del barrio, donde alcanzaron el nivel de leyenda y abrieron una senda a chavales sin futuro, que solo veían un camino: ser el nuevo Vaquilla.
Era la respuesta al sistema, la huida desesperada hacia adelante al volante de coches robados. A partir de ahí el término quinqui se desvinculó definitivamente de los quincalleros y se acomodó para siempre en los niños delincuentes de barriada. Decenas de ellos comenzaron breves y explosivas carreras delictivas basadas en tirones de bolsos, puentes a Seats 850, violaciones a chavalitas y atracos a farmacias. El Jaro, el Vaquilla, el Nani, el Torete, el Pera, el Pacorro, el Ojillo, el Majara, el Pijo, el Pepsicolo, Kunfú, el Chungo, el Corneta, Fitipaldi, el Bocas, Mosque o el Porrete, este último un gitanillo de cinco años enganchado al Winston. Un halo de romanticismo rodeó sus narcóticas hazañas.La fama saltó por encima de las portadas y alcanzó el cine. Sólo entre 1978 y 1985 se produjeron treinta películas sobre delincuencia juvenil. Era la «iconización» en tiempo real: mientras en la calle preparaban un palo, en la pantalla del cine de al lado se recreaba la acción con heroicidad.
La delincuencia juvenil alcanza índices similares a los de principios de los años 80
Hay que ligar a muchos pibes. Hay que llamar a los de la banda del Menkes, a los del Gasolina, a los del Kike, a toda la vasca de Chamartín, a los de Ventilla, a los de Tetuán. Tenemos que ir todos!
Frase del Butano, Navajeros, Eloy de la Iglesia 1980
Qué es la delincuencia Juvenil?
Se considera delincuencia juvenil, desde el punto de vista jurídico a aquellos jóvenes mayores de 14 años y menores de 18 que desarrollan conductas tipificadas como delitos en el Código Penal.
Estos menores están amparados bajo la Ley de Responsabilidad Penal del Menor 5/2000.
La delincuencia juvenil es un fenómeno social que pone en riesgo la seguridad pública por su progresiva peligrosidad. Algunos expertos aseguran que esta violencia no es producida por un fenómeno de causalidad sino que se esconden razones culturales, sociales, económicas y políticos.
Sin embargo, estos jóvenes son víctimas de la discriminación social, incapaces de adaptarse al medio social, y por ello escogen el camino de la delincuencia como alternativa de sobrevivencia.
Qué factores crean el escenario óptimo para la delincuencia juvenil?
- Fácil acceso a las drogas
- Escasas oportunidades de empleabilidad
- Desintegración familiar
- Discriminación social
El perfil del delincuente juvenil
Los expertos hacen especial hincapié en determinar los aspectos cognitivos del carácter del delincuente juvenil, como forma de establecer los programas y modelos educacionales de prevención.
Unido con ello, estudio descriptivos señalan factores individuales y biográficos característicos de la delincuencia a juvenil, como son, el impulso, afán de protagonismo, fracaso escolar, el consumo de drogas, baja autoestima, familia desestructurada, la pertenencia a una clase baja, alta agresividad.
Les veremos actuar en películas?
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